Mis razones.

Aunque lluevan piedras no pretende ser un título original. Que nadie piense que quiero ser poético o diferente, no. Aunque lluevan piedras, para aquellos que lo busquen, corresponde a un tema de Juan Camacho (muy jazz). Tampoco es por eso.

Aunque lluevan piedras es una frase de una de mis canciones favoritas de IZAL, "Pequeña gran revolución". Sí, es por esta frase que me he decidido a abrir el blog con este título, porque me gusta la frase, solo por eso, nada más.

Sería muy pretencioso decir que en este espacio voy a hablar de cosas importantes, de los años vividos, que haré una especie de memoria o, incluso, que explicaré aquello de que "las leyes, como las salchichas, dejan de inspirar respeto en proporción a cuánto sabemos de cómo están hechas"... No, esténse tranquilos, no voy a hacerlo.

Hoy empiezo este blog porque mis alumnos me han emocionado en clase. Ha sido un detalle, seguro que no se han dado cuenta, pero yo me he removido en lo blando.

Así, con esto, con solo esto... quiero contar lo que van haciendo, todos sus logros, todos sus avances, todos mis fracasos, porque estoy convencido de que son ellos los que tienen que superarse y triunfar (sea cual sea el significado del término). Y estoy convencido que siendo de ellos el aprendizaje, todo lo que impida el mismo, será responsabilidad mía.

Mis amigos futboleros me llamarán "mal entrenador de futbol" por decir esto, pero ¡qué caramba! me apetece soltarlo.

Con todo esto, educación, sentimientos, sus avances, mis fracasos y ¡porque me apetece! empiezo el blog. Si alguien duda aun de la temática... un blog docente (otro más).

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